domingo, 22 de noviembre de 2009

Esclerosis múltiple y ejercitación física

Toda persona con E.M, sin importar el grado de capacidad o discapacidad, necesita realizar alguna actividad física con regularidad. La falta de ejercicio tiene consecuencias para la salud, desde constipación hasta riesgo aumentado de escaras (o úlceras por decúbito). Además, y no menos importante, un programa de ejercitación genera un sentimiento de realización y bienestar personal.
Los ejercicios se deben realizar de manera moderada, debe evitarse la fatiga excesiva y la exposición prolongada a fuentes de calor. Es conveniente que sean indicados y supervisados por el equipo de salud tratante.

Conceptos relacionados con la actividad física:


Flexibilidad: implica estirar totalmente el músculo y el tendón y mover completamente la articulación. Estas actividades disminuyen la rigidez y previenen la disminución del rango de movimiento que puede ocasionar el sedentarismo, la debilidad o la espasticidad. Si no se atiende esta pérdida, puede derivar en contracturas que inmovilizan una articulación en una posición.
Fortalecimiento: significa incrementar la fuerza del músculo. Se puede lograr movilizando un miembro con o sin peso añadido o trabajando para vencer la resistencia de una pared, un peso, o una soga elástica. Los brazos, por ejemplo, pueden fortalecerse incluso si la movilidad de las piernas es reducida.
Resistencia: mejora el funcionamiento del corazón y los pulmones. El ejercicio aeróbico exige al corazón y los pulmones lo que aumenta la resistencia. Muchas veces las caminatas vigorosos no son posibles, pero si la natación, el ciclismo y los deportes adaptados.
Equilibrio y coordinación: afectan positivamente la calidad y seguridad de los movimientos. Los ejercicios rítmicos y ciertas actividades pueden mejorar el equilibrio y la coordinación.
Relajación: es la disminución de la tensión física y mental. Puede ser tan simple como detenerse y respirar profundamente o sentarse y escuchar música suave. Las técnicas de relajación estructurada ayudan a disminuir la fatiga luego del ejercicio o al final de un día intenso.

jueves, 19 de noviembre de 2009

El paso a paso en la Rehabilitación.

Las diversas estrategias de rehabilitación constituyen una alternativa terapéutica científicamente válida para mejorar la calidad de vida de las personas con EM. Esto requiere no solo de la participación activa del paciente y la familia sino también de todo el equipo interdisciplinario interviniente. El mismo está compuesto por:



  • Neurología

  • Fisiatría

  • Kinesiología

  • Ortesis

  • Psiquiatría

  • Psicología

  • Neuropsicología

  • Enfermería

  • Urología

  • Nutrición

  • Fonoaudiología

  • Oftalmología

  • Terapia Ocupacional

  • Recreación y deporte.

Ante las primeras manifestaciones de la enfermedad, el paciente deberá tomar contacto con el neurólogo, quien en primera instancia es el que realizará los estudios necesarios para el diagnóstico y efectuará el tratamiento farmacológico acorde al tipo de presentación y etapa de la enfermedad. A continuación es el médico rehabilitador o fisiatra quien coordinará al equipo de reahabilitación con el fin de recuperar o restablecer las funciones perdidas.

Los objetivos son:



  1. Lograr una independencia funcional de la persona.

  2. Prevenir complicaciones.

  3. Utilizar eficientemente los recursos de la comunidad.




En el equipo se incluyen no solo profesionales de la salud sino también del Area Social y Legal, dos soportes que permitirán el apoyo y asesoramiento permanente en los aspectos referentes a situaciones que son propias de esta enfermedad.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Sintomas cognitivos

Entre el 45% y el 60% de las personas con EM experimentan algún tipo de cambio cognitivo. Típicamente, los déficits cognitivos en la EM son leves y afectan a uno o dos dominios cognitivos. Las áreas más comúnmente afectadas incluyen la memoria de evocación y el procesamiento de atención/información acelerada, mientras que las funciones ejecutivas y visuoespaciales se afectan pero en un grado menor. La causa de los déficits tiene que ver con la extensión y localización de las lesiones de la sustancia blanca en el cerebro, también se encuentran asociados a la depresión.
Estos cambios influyen sobre la rehabilitación física creando dificultades para centrarse en las tareas de rehabilitación y aprendizaje de ciertas rutinas que afectan al resultado del trabajo de kinesiólogos y terapeutas ocupacionales.

Los problemas más comunes son relativos a:

· Aprendizaje y memoria:
Los problemas típicos de memoria son los relacionados con hechos recientes o recordar cómo hacer ciertas cosas.
Por el contrario, otras capacidades como el reconocimiento, habilidades (montar en bicicleta), conocimientos generales y eventos del pasado raramente se ven afectadas por la EM.
· Atención, concentración y velocidad mental:
A algunas personas les resulta difícil concentrarse durante largos periodos de tiempo. Puede ser más dificultoso realizar varias tareas a la vez o mantener la conversación cuando la televisión o la radio están encendidas. Pueden realizar cualquier tarea pero requieren más tiempo y esfuerzo.
· Resolución de problemas – planteamiento y evaluación de tareas:
Hay personas que experimentan dificultades a la hora de hacer planes y resolver problemas saben lo que quieren hacer pero les resulta difícil saber por donde empezar o seguir los pasos adecuados para lograr sus objetivos. Los problemas que se derivan de esta situación conducen a la confusión y al estrés, lo cual puede entorpecer el aprendizaje y la memoria.
· Vocabulario:
En ocasiones puede ser complicado encontrar la palabra que se quiere utilizar en un momento dado (“lo tengo en la punta de la lengua”). Esto puede hacer difícil mantener una conversación, ya que lleva demasiado tiempo expresar una opinión o encontrar la palabra apropiada.

martes, 3 de noviembre de 2009

Cuadro Clínico

Se caracteriza por la multiplicipidad de los síntomas y su tendencia a variar de naturaleza y gravedad a lo largo del curso de la enfermedad.

Los síntomas motores son los mas frecuentes al comienzo de la enfermedad. El paciente puede quejarse de que arrastra una pierna al caminar o que ha perdido fuerza en una mano o bien referir sensaciones de fatiga, pesadez o rigidez de piernas, tropiezos o caídas frecuentes.

Los trastornos sensitivos se caracterizan por adormecimientos, parestesias, sensaciones en banda alrededor del tronco o de una extremidad, disminución de la sensibilidad profunda (sentidos de posición y vibratorio.)Se deben en general a la afectación de los cordones posteriores de la médula espinal.

La afectación del cerebelo y sus conexiones, se manifiesta con los siguientes signos: inestabilidad al caminar, incoordinación o torpeza de los movimientos delicados de las manos, trastornos del lenguaje en forma de disartria atáxica, temblor intencional, asinergia, adiadococinesia y ataxia de la marcha.

Trastornos visuales: la pérdida brusca de la agudeza visual suele aparecer en el curso de horas o días junto a dolor ocular y remitir de forma espontánea al cabo de unas semanas, aunque en algunos casos persiste una pérdida permanente de la agudeza visual.

Los trastornos de esfínteres rectal y vesical son frecuentes sobre todo estos últimos que incluso pueden ser el primer síntoma de la enfermedad.

Entre los sintomas mentales se encuentran: depresión, euforia inapropiada, trastornos de memoria, manifestaciones afásicas sutiles y defectos cognitivos.